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Showing papers by "Martin Heidegger published in 1999"


Book
01 Jan 1999
TL;DR: In this paper, a translation of the Foreword is given, along with a summary of the main points of the article.Translators' Foreword I. Preview II. Echo III. Playing-Forth IV. Leap V. Grounding VI. The Ones to Come VII. The Last God VIII. Be-ing Editor's Epilogue
Abstract: Translators' Foreword I. Preview II. Echo III. Playing-Forth IV. Leap V. Grounding VI. The Ones to Come VII. The Last God VIII. Be-ing Editor's Epilogue

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01 Jan 1999
TL;DR: The conferencia que sigue precisa un breve prologo. No se trata de prestar oidos a una serie de proposiciones enunciativas, pero los demas abandonariamos sin rechistar toda pretension de entenderlo de inmediato.
Abstract: La conferencia que sigue precisa un breve prologo. Si en este momento nos fuesen mostrados en su original dos cuadros: la acuarela «Santos desde una ventana» y la tempera sobre arpillera «Muerte y fuego», que Paul Klee pinto el ano de su muerte, nos gustaria quedar mirandolos un rato largo... abandonando toda pretension de entenderlos de inmediato. Si en este momento pudiese sernos recitado, y por el propio poeta Georg Trackl, su poema «Septuple cantico de la muerte», nos gustaria volver a escucharlo una y otra vez, abandonando toda pretension de entenderlo de inmediato. Si en este momento quisiera Werner Heisenberg exponernos un resumen de sus pensamientos de fisica teorica en torno a la formula del mundo por el buscada, a lo mejor pudieran seguirle, tal vez, dos o tres de los oyentes, pero los demas abandonariamos sin rechistar toda pretension de entenderlo de inmediato. No es ese el caso del pensar llamado filosofia. Pues este debe proporcionar «sabiduria mundana», cuando no, incluso, una «guia para la vida feliz». Pero bien pudiera haber venido a parar hoy un pensar semejante a una situacion en la que fuesen menester reflexiones largamente distantes de una util sabiduria de la vida. Puede que haya llegado a ser perentorio un pensar que se halle forzado a cavilar sobre aquello de donde reciben su determinacion incluso las pinturas y la poesia y la teoria fisico-matematica recien mentadas. Tambien aqui tendriamos que abandonar, entonces, toda pretension de entender el asunto de inmediato. Mas en este caso, sin embargo, seria ineludible que nos aprestasemos a escuchar, pues se impone la tarea de un pensar que se adelante a recorrer lo que se resiste a ser explorado. De ahi que no deba ni sorprendernos ni maravillarnos que esta conferencia escandalice a la mayoria de los asistentes. Si algunos, empero, se sienten, ahora o mas tarde, estimulados por ella para una reflexion ulterior, es cosa que no se deja precisar. Algo se impone decir acerca del intento de pensar el ser sin tomar en consideracion una fundamentacion del ser a partir de lo que es, de lo ente. El intento de pensar el ser sin lo ente se torna necesario, pues en caso contrario no subsiste ya, a mi parecer, posibilidad alguna de traer con propiedad a la mirada el ser de aquello que hoy es en todo el derredor del globo terraqueo, y menos aun de determinar suficientemente la relacion del hombre con aquello que hasta ahora llamamos «ser». Valga esto de minimo aviso para la escucha. No se trata de prestar oidos a una serie de proposiciones enunciativas, sino de seguir la marcha de lo que se va indicando.

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01 Jan 1999
TL;DR: In el plano metodológico, no poderá tomarla como una posible perspectiva for discutir la cuestión del tiempo as mentioned in this paper.
Abstract: Si el tiempo encuentra su sentido en la eternidad, entonces habrá que comprenderlo a partir de ésta. Con ello, el punto de partida y el curso de la indagación estarían previamente diseñados: de la eternidad al tiempo. Este modo de plantear la cuestión es correcto en el supuesto de que dispongamos del mencionado punto de partida, es decir, que conozcamos y comprendamos adecuadamente la eternidad. Ahora bien, si la eternidad fuera una cosa distinta del vacío ser siempre, del “aei” (siempre), si Dios fuera la eternidad, entonces la manera de considerar el tiempo inicialmente propuesta habría de mantenerse en un estado de perplejidad mientras no conozca a Dios, mientras no comprenda la pregunta que interroga por él. Si nuestro acceso a Dios pasa por la fe y si el entrar en el tema de la eternidad no es otra cosa que esa fe, en tal caso la filosofía jamás tendría acceso a la eternidad, y por consiguiente, en el plano metodológico nunca podrá tomarla como una posible perspectiva para discutir la cuestión del tiempo. La filosofía nunca podrá disipar esta perplejidad. Así, el verdadero experto en cuestiones del tiempo es el teólogo; y si mal no recuerdo, la teología se las ha tenido que haber con el tiempo bajo diversos aspectos.

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01 Jan 1999

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