scispace - formally typeset
Open AccessJournal ArticleDOI

Behavioral Economics: Past, Present and Future

TLDR
In this paper, the authors argue that behavioral economics should include two different kinds of theories: normative models that characterize the optimal solution to specific problems and descriptive models that capture how humans actually behave.
Abstract
There has been growing interest in the field come to me known as “behavioral economics” which attempts to incorporate insights from other social sciences, especially psychology, in order to enrich the standard economic model. This interest the underlying psychology of human behavior returns economics to its earliest roots. Scholars such as Adam Smith talked about such key concepts as loss aversion, overconfidence, and self-control. Nevertheless, the modern version of behavioral economics introduced in the 1980s met with resistance by some economists, who preferred to retain the standard neo-classical model. They introduced several arguments for why psychology could safely be ignored. In this essay I show that these arguments have been rejected, both theoretically and empirically, so it is time to move on. The new approach to economics should include two different kinds of theories: normative models that characterize the optimal solution to specific problems and descriptive models that capture how humans actually behave. The latter theories will incorporate some variables I call supposedly irrelevant factors. By adding these factors such as framing or temptation we can improve the explanatory power of economic models. If everyone includes all the factors that do determine economic behavior, then the field of behavioral economics will no longer need to exist.

read more

Content maybe subject to copyright    Report

R  E I, . , .º ,  /, . -
Richard H. Thaler
a
ECONOMÍA DEL
COMPORTAMIENTO:
PASADO, PRESENTE Y FUTURO*
* DOI: https://doi.org/10.18601/01245996.v20n38.02. Este artículo se basa
en el discurso presidencial en la reunión de la American Economic Asso-
ciation realizada en enero de 2016, publicado en American Economic Review,
106(7), 1577-1600, y en mi libro reciente Misbehaving: The making of beha-
vioral economics, que contiene una bibliografía mucho más extensa. Se publi-
ca con las autorizaciones correspondientes. Traducción de Alberto Supelano.
Recepción: 07-09-2017, aceptación: 19-02-2018. Sugerencia de citación: Tha-
ler, R. H. (2018). Economía del comportamiento: pasado, presente y futuro.
Revista de Economía Institucional, 20(38), 9-43.
a
Profesor Robert P. Gwinn de Ciencia y Economía del Comportamien-
to y director del Centro de Investigación de las Decisiones de la Escuela
de Negocios, Universidad de Chicago, [richard.thaler@chicagobooth.edu].

Economía del comportamiento: pasado, presente y futuro
Resumen. La economía del comportamiento” intenta incorporar ideas de otras ciencias
sociales, en especial de la psicología, para enriquecer el modelo estándar. El interés en la
psicología del comportamiento humano es un retorno de la economía a sus orígenes. Adam
Smith aludió a conceptos clave como la aversión a la pérdida, el exceso de conanza y el
autocontrol. La economía del comportamiento encontró resistencia entre economistas
que preferían mantener el modelo neoclásico estándar y argumentaban que la psicología
se podía ignorar. Este ensayo muestra que esos argumentos han sido rechazados teórica
y empíricamente, y que se deber seguir adelante. El nuevo enfoque debería incluir dos
tipos de teorías: modelos normativos que caractericen la solución óptima de problemas
especícos y modelos descriptivos que capten el comportamiento humano real. Estos
últimos incorporarán variables llamadas factores supuestamente irrelevantes, que ayudarán
a mejorar el poder explicativo de los modelos económicos.
Palabras clave: economía del comportamiento, comportamiento humano, modelos nor-
mativos, modelos descriptivos, factores supuestamente irrelevantes; JEL: A12, B29, D91
Behavioral economics: Past, present, and future
Abstract. “Behavioral economics” attempts to incorporate insights from other social
sciences, especially psychology, in order to enrich the standard economic model. e in-
terest in the psychology of human behavior returns economics to its earliest roots. Adam
Smith talked about such key concepts as loss aversion, overcondence, and self-control.
Nevertheless, the modern version of behavioral economics introduced in the 1980s met
with resistance by some economists, who preferred to retain the standard neo-classical
model. ey introduced several arguments for why psychology could safely be ignored.
In this essay I show that these arguments have been rejected, both theoretically and em-
pirically, so it is time to move on. e new approach should include two dierent kinds
of theories: normative models that characterize the optimal solution to specic problems
and descriptive models that capture how humans actually behave. e latter theories will
incorporate some variables I call supposedly irrelevant factors, which can improve the
explanatory power of economic models.
Keywords: behavioral economics, human behavior, normative models, descriptive models,
supposedly irrelevant factors; JEL: A12, B29, D91
Economia do comportamento: passado, presente e futuro
Resumo. A “economia do comportamento” tenta incorporar ideias de outras ciências
sociais, especialmente da psicologia, para enriquecer o modelo padrão. O interesse pela
psicologia do comportamento humano é um retorno da economia a suas origens. Adam
Smith mencionou conceitos-chaves como a aversão à perda, o excesso de conança e o
autocontrole. A economia do comportamento encontrou resistência entre economistas
que preferiam manter o modelo neoclássico padrão e argumentavam que a psicologia
podia ser ignorada. Este artigo mostra que esses argumentos foram rejeitados teórica e
empiricamente e que se deve seguir em frente. O novo enfoque deveria incluir dois tipos
de teorias: modelos normativos que caracterizem a solução ideal a problemas especícos
e modelos descritivos que captem o comportamento humano real. Estes últimos incor-
porarão variáveis chamadas fatores supostamente irrelevantes, que ajudarão a melhorar o
poder explicativo dos modelos econômicos.
Palavras-chaves: economia do comportamento, comportamento humano, modelos nor-
mativos, modelos descritivos, fatores supostamente irrelevantes; JEL: A12, B29, D91
10
R  E I, . , .º ,  /, .-
Richard H. aler

E
n los últimos años ha crecido el interés en la combinación de
psicología y economía que se ha llegado a conocer como eco-
nomía del comportamiento”. Como sucede con muchas historias de
aparente éxito inmediato, esta se gestó desde hace tiempo. Mi primer
artículo sobre el tema se publicó en 1980, siguiendo de cerca el céle-
bre trabajo de Kahneman y Tversky (1979) sobre teoría prospectiva,
y hubo precursores anteriores, en especial Simon (1955; 1957) y
Katona (1951; 1953).
El ascenso de la economía del comportamiento a veces se carac-
teriza como una especie de revolución del paradigma de la econo-
mía, pero creo que esa es una mala interpretación de la historia del
pensamiento económico. Sería más exacto decir que el método de la
economía del comportamiento devuelve el pensamiento económico
a la forma en que empezó, con Adam Smith, y continuó en la época
de Irving Fisher y John Maynard Keynes en la década de 1930.
A pesar de esta antigua tradición en el campo, el enfoque de
la economía basado en el comportamiento tuvo mucha resistencia
en la profesión hasta poco. Comienzo este ensayo documentando
algunos de los precedentes históricos para utilizar una descripción
psicológicamente realista del agente representativo. Luego discuto los
argumentos que se han expuesto para mantener el modelo idealizado
de homo œconomicus incluso en contra de la evidencia aparentemente
contradictoria. Sostengo que esos argumentos han sido refutados,
teórica y empíricamente, incluso en el ámbito en el que se podría
esperar que abunde la racionalidad: los mercados nancieros. Como
tal, es hora de pasar a un enfoque más constructivo.
En el dominio teórico, el problema básico es que nos basamos
en una teoría para lograr dos objetivos muy diferentes: caracterizar
el comportamiento óptimo y predecir el comportamiento real. No
debemos abandonar el primer tipo de teorías pues son elementos
esenciales para cualquier tipo de análisis económico, pero debemos
añadirles teorías descriptivas adicionales que se deriven de datos y
no de axiomas.
En cuanto al trabajo empírico, el enfoque del comportamiento ofrece
la oportunidad de desarrollar mejores modelos del comportamiento
económico incorporando ideas de otras disciplinas de la ciencia
social. Para ilustrar este enfoque más constructivo, me centro en
una predicción fuerte del modelo tradicional: que hay un conjunto
de factores que no tendrán ningún efecto en el comportamiento
económico. Me reero a ellos como factores supuestamente irrelevantes
o FSI. En contra de las predicciones de la teoría tradicional, los FSI
11
R  E I, . , .º ,  /, .-
E  : ,   

son importantes; de hecho, en algunas situaciones el determinante más
importante del comportamiento es un FSI. Por último, miro al futuro.
Alerta de aguaestas: predigo que la economía del comportamiento
eventualmente desaparecerá.
ORÍGENES HISTÓRICOS DE LA ECONOMÍA
DEL COMPORTAMIENTO
Como señaló Simon (1987, p. 612), la expresión economía del
comportamiento” es un tanto extraña. “La expresión economía
del comportamiento’ parece ser un pleonasmo. ¿Qué economía
no comportamental’ podemos contrastar con ella? La respuesta
a esta pregunta se encuentra en los supuestos especícos sobre el
comportamiento humano que adopta la teoría económica neoclásica”.
Todos los estudiantes de teoría económica conocen estos supuestos:
1) los agentes tienen preferencias bien denidas y expectativas y
creencias no sesgadas; 2) toman decisiones óptimas con base en esas
creencias y preferencias. Esto implica, a su vez, que los agentes tienen
capacidades cognitivas innitas (o, dicho de otro modo, que son tan
inteligentes como el economista más inteligente) y una fuerza de
voluntad innita, pues eligen lo mejor y no lo que es tentador en el
momento; 3) aunque pueden actuar en forma altruista, en especial
con amigos y familiares cercanos, su principal motivación es el interés
propio. Estos supuestos son los que denen el homo œconomicus, o
como me gusta llamarlo: Econo. La economía del comportamiento
simplemente remplaza los Econos por homo sapiens, también
conocidos como Humanos.
Para muchos economistas, estos supuestos, junto con el concepto
de equilibrio”, denen su disciplina; es decir, estudian Econos en una
economía abstracta en vez de Humanos en una economía real. Pero
eso no fue siempre así. En efecto, Ashraf, Camerer y Loewenstein
(2005) documentan en forma convincente que Adam Smith, a quien
se suele considerar el fundador de la economía como disciplina, era un
economista del comportamiento bona de. Consideremos solo tres de
los conceptos más importantes de la economía del comportamiento:
exceso de conanza, aversión a la pérdida y autocontrol. Sobre el ex-
ceso de conanza, Smith (1776, p. 1) aludió a la petulante presunción
que la mayoría de los hombres tiene de sus propias capacidades”, que
los lleva a sobrestimar sus posibilidades de éxito. Sobre el concepto de
aversión a la pérdida, Smith (1759, pp. 176-177) señaló que el dolor
es, en la mayoría de los casos, una sensación más punzante que el pla-
cer opuesto y correspondiente”. En cuanto al autocontrol, que ahora
12
R  E I, . , .º ,  /, .-
Richard H. aler

llamamos sesgo del presente”, Smith (1759, p. 273) dijo lo siguiente:
“El placer que disfrutaremos dentro de diez años nos interesa muy
poco en comparación con el que podemos disfrutar hoy”. A George
Stigler le gustaba decir que no había nada nuevo en economía, que
todo lo había dicho Adam Smith. Resulta que también era cierto para
la economía del comportamiento.
Pero Adam Smith estuvo lejos de ser el único de los primeros
economistas que tuvo buenas intuiciones sobre el comportamiento
humano. Muchos de los que le siguieron compartieron sus puntos de
vista sobre el descuento temporal. Por ejemplo, es famosa la siguiente
armación de Pigou: “Nuestra facultad telescópica es defectuosa y
[…] por ello vemos los placeres futuros, por decirlo así, en una escala
disminuida (1920, p. 21). De manera similar, Fisher, quien expuso
la primera teoría económica moderna de la elección intertemporal,
no pensaba que fuera una buena descripción del comportamiento.
Ofreció muchas historias pintorescas para respaldar ese escepticis-
mo: Así lo ilustra la historia del agricultor que nunca reparaba las
goteras de su techo. ¡Cuando llovía, no podía detener las ltracio-
nes, y cuando no llovía, no había ltraciones que detener!” (1930, p.
82). En la Teoría general Keynes anticipó mucho de lo que hoy se
llama nanzas del comportamiento. Observó, por ejemplo, que las
uctuaciones diarias de las ganancias de inversiones existentes, que
obviamente son de carácter efímero y poco signicativo, tienden
a ejercer una inuencia excesiva e incluso absurda en el mercado
(1936, p. 154).
Muchos economistas pensaron incluso que la psicología (enton-
ces aún en su infancia) debía desempeñar un papel importante en la
economía. Pareto señaló: “El fundamento de la economía política
y, en general, de toda ciencia social es evidentemente la psicología.
Quizá llegue el día en que podamos decidir las leyes de la ciencia
social a partir de los principios de la psicología (1906, p. 21). John
Maurice Clark, hijo de John Bates Clark, fue más allá: “El economista
puede tratar de ignorar la psicología, pero le es imposible ignorar la
naturaleza humana. Si el economista toma prestada del psicólogo su
concepción del hombre, su trabajo constructivo puede tener la posi-
bilidad de mantener su carácter puramente económico. Pero si no la
toma, no por ello evitará la psicología. Y se verá forzado a elaborar la
suya, y será mala psicología” (1918, p. 4).
Clark escribió esas palabras hace casi 100 años, pero aún son vá-
lidas, y los economistas del comportamiento han seguido su consejo:
tomar en préstamo buena psicología en vez de inventar mala psico-
13
R  E I, . , .º ,  /, .-
E  : ,   

Citations
More filters
Journal ArticleDOI

What motivates tax compliance

TL;DR: In this article, the authors review and assess what we have learned about what motivates individuals to pay or not pay their legally due tax liabilities, focusing on three specific questions: what does theory say about what motivate tax compliance? Second, what does the evidence show? Third, how can government use these insights to improve compliance?
Journal ArticleDOI

Shaped by Their Daughters: Executives, Female Socialization, and Corporate Social Responsibility

TL;DR: Corporate executives managing some of the largest public companies in the US are shaped by their daughters as mentioned in this paper, and when a firm's CEO has a daughter, the corporate social responsibility rating is about 91% higher, compared to a median firm.
Journal ArticleDOI

Applying and advancing internalization theory: The multinational enterprise in the twenty-first century

TL;DR: Internalization theory is not a monolithic body of knowledge; instead, it has devolved into several ‘streams’, each of which focuses on the interests of particular epistemic communities, while also acting as a more generic organizing framework for those more broadly interested in its application to real-world challenges as mentioned in this paper.
Journal ArticleDOI

Nudges That Fail

TL;DR: In this paper, the authors focus on default rules and argue that some of them are ineffective, or at least less effective than choice architects hope and expect, and emphasize two reasons: strong antecedent preferences on the part of choosers and successful "counternudges" which persuade people to choose in a way that confound the efforts of choice architects.
References
More filters
Book

Judgment Under Uncertainty: Heuristics and Biases

TL;DR: The authors described three heuristics that are employed in making judgements under uncertainty: representativeness, availability of instances or scenarios, and adjustment from an anchor, which is usually employed in numerical prediction when a relevant value is available.
Journal ArticleDOI

Common risk factors in the returns on stocks and bonds

TL;DR: In this article, the authors identify five common risk factors in the returns on stocks and bonds, including three stock-market factors: an overall market factor and factors related to firm size and book-to-market equity.
Book

Theory of Games and Economic Behavior

TL;DR: Theory of games and economic behavior as mentioned in this paper is the classic work upon which modern-day game theory is based, and it has been widely used to analyze a host of real-world phenomena from arms races to optimal policy choices of presidential candidates, from vaccination policy to major league baseball salary negotiations.
Book

General Theory of Employment, Interest and Money

TL;DR: In this article, a general theory of the rate of interest was proposed, and the subjective and objective factors of the propensity to consume and the multiplier were considered, as well as the psychological and business incentives to invest.
Frequently Asked Questions (3)
Q1. What is the problem with the inscripción automática?

Un problema de la inscripción automática es que muchos planes inicialmente inscriben a los empleados a una tasa de ahorro baja; en Estados Unidos suele ser de solo un 3% de la paga. 

la “función de valor” que traduce en utilidad los cambios percibidos en la riqueza se dobla en el origen: se da más peso a las pérdidas que a las ganancias; es decir, “aversión a la pérdida”. 

Ellos estudian el uso que dan los clientes a tres gimnasios que ofrecen a los miembros la opción de pagar $70 al mes por uso ilimitado o $100 por un paquete de 10 boletas de entrada.